Arqa permite que una sola estación de trabajo tenga acceso a cientos de fuentes remotas. La última tecnología de transferencia de vídeo permite al usuario un control instantáneo de KVM. No hay ninguna diferencia relevante entre tener un escritorio que funciona desde KVM y tenerlo al lado del escritorio del usuario.
Cree un «entrehierro» en la red con Arqa
Arqa permite el acceso no invasivo de KVM a fuentes de redes seguras, sin necesidad de acceso directo de la red a la propia fuente. Los transmisores se pueden instalar en fuentes seguras conectando solo los puertos de vídeo y USB (solo en modo HID seguro). Esto es perfecto para entornos indispensables y de comando y control en los que los sistemas tienen políticas de red de alta seguridad, en los que la administración de la red de TI podría recaer en terceros o en cualquier lugar en el que el «entrehierro» de la red sea un requisito específico.
Seguridad de la sala de servidores
Las soluciones Arqa permiten trasladar los ordenadores de sobremesa a una ubicación segura fuera del espacio de trabajo, como a una sala de servidores a la que se puede acceder solo con autorización.
Eliminar dispositivos periféricos vulnerables
Arqa puede restringir el acceso de los puertos USB a solo teclado y ratón, evitando que los archivos o datos puedan guardarse en unidades de almacenamiento USB o que los usuarios conecten otros dispositivos a la estación de trabajo.
Solución basada en hardware
El método de hardware de KVM de Arqa anula el problema para los entornos que prohíben instalaciones de software del cliente directamente en las fuentes, por ejemplo, al implementar VDI.